La televisora privada Globovisión, la más crítica con el gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue objeto en las últimas 24 horas de una intensificación de procedimientos legales en su contra que tienen por fin silenciarla, según sus directivos.
© Agence France-Presse
Foto Associated Press / Ariana Cubillos
Dos multas que suman más de 3,1 millones de dólares, la imputación por usura a su presidente, Guillermo Zuloaga, y el posterior allanamiento de una de sus residencias en Caracas en busca de trofeos de cacería son las últimas acciones denunciadas por sus directivos.
"Esto es un terrorismo judicial, fiscal y gubernamental", dijo Alberto Federico Ravell, director de Globovisión, al recibir este viernes por la mañana la segunda multa por 5 millones de bolívares (2,4 millones de dólares) por un caso de supuesta evasión tributaria que data de 2002.
La primera multa le fue notificada a Globovisión por el Tribunal Supremo de Justicia el jueves por la tarde y responde al uso no autorizado de antenas de transmisión para pases en directo en 2003.
Esa multa fue fijada en unidades tributarias, pero aún no queda claro si se debe calcular con el valor de dichas unidades en 2003, que equivaldría a un monto de 270.000 dólares, o con el que está en vigor este año, que daría un resultado de 767.000 dólares.
El gobierno "tiene dos opciones: cerrarnos por 72 horas o acogotarnos (financieramente) para que no podamos seguir saliendo" al aire, sostuvo Ravell.
Desde fines de 2008, la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ha abierto tres procesos sancionatorios contra Globovisión, que podrían implicar en un primer momento su cierre por 72 horas y posteriormente su definitiva salida del aire.
El más reciente de estos procedimientos fue iniciado tras la transmisión de información sobre un sismo ocurrido en Caracas en mayo, antes de que declararan al respecto los funcionarios gubernamentales.
Además, el presidente del canal fue imputado el jueves por la Fiscalía por un cargo de "usura genérica", por el supuesto almacenamiento irregular en una de sus residencias de Caracas de 24 automóviles nuevos, procedentes de dos concesionarios de su propiedad.
Zuloaga afirmó que en su expediente no hay "ninguna causa de importancia o algo que ameritara este procedimiento".
"Definitivamente creo que es algo que busca asustar o callar a Globovisión, cosa que nunca van a lograr. Sepa el gobierno que callar o cerrar medios de comunicación no es una forma de cambiar la realidad", agregó.
El jueves en la noche, la casa donde se encontraban estos autos fue allanada nuevamente, esta vez por fiscales ambientales que aprehendieron trofeos de cacería para determinar si son nacionales o extranjeros y si deben ser objeto de alguna norma de protección a la fauna silvestre.
En el allanamiento participaron decenas de funcionarios de la militarizada Guardia Nacional, que se apostaron frente a la residencia de Zuloaga con tanquetas y máscaras antigás.
Globovisión, una cadena de noticias 24 horas que fustiga las políticas del gobierno de Chávez, ha sido en las últimas semanas objeto de duras críticas por parte del mandatario, quien incluso instó a la Fiscal General, Luisa Ortega, y a la presidenta del Tribunal Supremo, Luisa Estella Morales, a sancionar al canal o renunciar a sus cargos.
"No se equivoquen, están jugando con fuego, manipulando, incitando al odio (...) todos los días, televisoras, emisoras de radio, prensa escrita... Yo sólo les digo, y al pueblo venezolano se lo digo, que eso no va a continuar así", declaró Chávez recientemente.
Hace dos años, la televisora RCTV, entonces la más antigua de Venezuela y la de mayor penetración, quedó fuera del aire por decisión del presidente Chávez, quien no renovó su licencia de transmisión.
En señal abierta en Venezuela, el Estado cuenta con las televisoras VTV, Vive TV, Tves, ANTV, Avila TV y Telesur.
Además, funciona Venevisión, la de mayor audiencia, propiedad del magnate Gustavo Cisneros, Televen, Globovisión, Meridiano TV, Vale TV, la Tele y Canal I.
Foto Associated Press / Ariana Cubillos
Dos multas que suman más de 3,1 millones de dólares, la imputación por usura a su presidente, Guillermo Zuloaga, y el posterior allanamiento de una de sus residencias en Caracas en busca de trofeos de cacería son las últimas acciones denunciadas por sus directivos.
"Esto es un terrorismo judicial, fiscal y gubernamental", dijo Alberto Federico Ravell, director de Globovisión, al recibir este viernes por la mañana la segunda multa por 5 millones de bolívares (2,4 millones de dólares) por un caso de supuesta evasión tributaria que data de 2002.
La primera multa le fue notificada a Globovisión por el Tribunal Supremo de Justicia el jueves por la tarde y responde al uso no autorizado de antenas de transmisión para pases en directo en 2003.
Esa multa fue fijada en unidades tributarias, pero aún no queda claro si se debe calcular con el valor de dichas unidades en 2003, que equivaldría a un monto de 270.000 dólares, o con el que está en vigor este año, que daría un resultado de 767.000 dólares.
El gobierno "tiene dos opciones: cerrarnos por 72 horas o acogotarnos (financieramente) para que no podamos seguir saliendo" al aire, sostuvo Ravell.
Desde fines de 2008, la estatal Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ha abierto tres procesos sancionatorios contra Globovisión, que podrían implicar en un primer momento su cierre por 72 horas y posteriormente su definitiva salida del aire.
El más reciente de estos procedimientos fue iniciado tras la transmisión de información sobre un sismo ocurrido en Caracas en mayo, antes de que declararan al respecto los funcionarios gubernamentales.
Además, el presidente del canal fue imputado el jueves por la Fiscalía por un cargo de "usura genérica", por el supuesto almacenamiento irregular en una de sus residencias de Caracas de 24 automóviles nuevos, procedentes de dos concesionarios de su propiedad.
Zuloaga afirmó que en su expediente no hay "ninguna causa de importancia o algo que ameritara este procedimiento".
"Definitivamente creo que es algo que busca asustar o callar a Globovisión, cosa que nunca van a lograr. Sepa el gobierno que callar o cerrar medios de comunicación no es una forma de cambiar la realidad", agregó.
El jueves en la noche, la casa donde se encontraban estos autos fue allanada nuevamente, esta vez por fiscales ambientales que aprehendieron trofeos de cacería para determinar si son nacionales o extranjeros y si deben ser objeto de alguna norma de protección a la fauna silvestre.
En el allanamiento participaron decenas de funcionarios de la militarizada Guardia Nacional, que se apostaron frente a la residencia de Zuloaga con tanquetas y máscaras antigás.
Globovisión, una cadena de noticias 24 horas que fustiga las políticas del gobierno de Chávez, ha sido en las últimas semanas objeto de duras críticas por parte del mandatario, quien incluso instó a la Fiscal General, Luisa Ortega, y a la presidenta del Tribunal Supremo, Luisa Estella Morales, a sancionar al canal o renunciar a sus cargos.
"No se equivoquen, están jugando con fuego, manipulando, incitando al odio (...) todos los días, televisoras, emisoras de radio, prensa escrita... Yo sólo les digo, y al pueblo venezolano se lo digo, que eso no va a continuar así", declaró Chávez recientemente.
Hace dos años, la televisora RCTV, entonces la más antigua de Venezuela y la de mayor penetración, quedó fuera del aire por decisión del presidente Chávez, quien no renovó su licencia de transmisión.
En señal abierta en Venezuela, el Estado cuenta con las televisoras VTV, Vive TV, Tves, ANTV, Avila TV y Telesur.
Además, funciona Venevisión, la de mayor audiencia, propiedad del magnate Gustavo Cisneros, Televen, Globovisión, Meridiano TV, Vale TV, la Tele y Canal I.
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